Willy Rodríguez: "La creatividad en cualquiera de sus formas es un oficio"

Willy Rodríguez es un director creativo de vídeo que ha trabajado con artistas tan reconocidos como Nach o Kase O. Trabaja con las principales discográficas y sellos independientes.

 

Además, ha sido galardonado con un premio 40 Principales a Mejor Videoclip Nacional en 2018 y nominado en dos ocasiones a los LATIN GRAMMY Music Awards.

 

Pregunta: Estudiaste ingeniería de telecomunicaciones pero has acabado haciendo algo muy diferente, ¿qué te llevo a tomar ese cambio tan drástico?

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Respuesta: Imagino que los cambios drásticos suelen ser el resultado de darle muchas vueltas a la cabeza cuando uno siente que no es feliz haciendo lo que está haciendo. Yo estudié en Almería, me crié en Almería, una ciudad pequeñita al lado del mar, poquita gente, con mis amigos, mi deporte y mi música. Cuando viajas a Madrid con 17 añitos, para mí al menos cuando llegué fue un choque brutal.

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Fue una mezcla entre venirte solo, dejar atrás a tus amigos, familia, llegar a Madrid tú solo frente a una ciudad muy bulliciosa, con un ritmo frenético y sumado a una carrera que supongo que como tanta gente se equivoca un poco al principio al elegir una carrera. Yo creo que elegí teleco por inercia y eso es lo que pasa cuando uno no toma las decisiones con las ideas muy claras. Puede ser que te salga bien la jugada y que en el proceso te enamores de la carrera, pero también puede pasar que en el proceso te des cuenta de que ese no es tu sitio.

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Me di cuenta de que no se me daba mal, pero no me gustaba nada. Realmente pensaba que estaba perdiendo el tiempo. Yo siempre he tenido grupos de música, he dibujado muchísimo, me apasiona la animación, el cine me vuelve loco y de alguna forma algo dentro de mí me decía algo hay que hacer para acabar en ese sitio que a ti te gusta. Y a base de conocer gente di con alguien que estaba estudiando animación 2D en una escuela que se llama IED y afronté la situación con mi familia.

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Nunca olvidaré ese bache porque para una familia es duro cuando tu hijo te dice que quiere cambiar de carrera, porque surgen miedos normalmente a lo desconocido. Llegamos a un punto en común y pude entrar en esta escuela y Estudié Visual Communication, una carrera que ya no existe. Era una mezcla entre dibujo, arquitectura, diseño gráfico, animación 2D, animación 3D, cine, fotografía, historia del arte. Tuve la suerte de que esa carrera fue como un cohete, estar muy a gusto y decir este es mi sitio y ya no hay quien me pare. Y la verdad que fue el motivo del cambio, el querer seguir lo que dice el corazón. Muchas veces no somos conscientes de lo que nos pide el cuerpo, intentamos justificar las cosas y para las decisiones importantes hay que dejarse llevar por lo que realmente dentro de ti te dice esa voz interior.

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P: Una vez tomado, ¿con qué obstáculos te encontraste?

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R: Muchísimos, el primero de todos fue que, aunque yo dibujaba mucho y considero que muy bien al entrar en la carrera me topé con una clase donde consideraba a absolutamente todos mejores que yo, y eso me generaba al principio una frustración. Fue un aprendizaje muy bueno porque muchas veces tendemos a la comparación, es algo inevitable cuando uno es joven, y fue un error muy grande al principio.

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Durante el primer año lo pasé un poco mal porque yo de alguna manera estaba haciendo un cambio de rumbo muy grande. Y una cosa es estudiar una carrera y la otra es empezar a ver de qué manera te va a servir esa carrera para trabajar el día de mañana. Y en mi caso lo aproveché muy bien y durante los tres años que duró la carrera viví el proceso de primero sentirme frustrado, en un momento dado me di cuenta de que no servía de nada y que tenía que seguir mi camino y si yo iba a otro ritmo, iba a otro ritmo. En el segundo año para mi fue ese año en el que sentí que yo iba a otro ritmo y que iba a pasar de los demás, en el sentido de no me voy a fijar si este es mejor o peor que yo. Conseguí dejar de pensar, y esto parece fácil pero no lo es. Yo lo hice y empecé a disfrutar de la carrera.

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Lo más interesante de esta carrera es que la mayoría de los profesores que teníamos ninguno era docente como tal, trabajaban para otras empresas y fue increíble. Tuve la suerte de que yo tenía clases de dibujo con alguien que había trabajado en Disney, clases de marketing y el de marketing trabajaba en Orange, por ejemplo. A nivel inspiracional eso era un chute de energía brutal, y era una carrera que dependía de ti, tenías un soporte muy bueno que eran los profesores, pero los profesores no te cogían de la mano.

 

El primer obstáculo fue entender realmente la creatividad. Muchas veces pensamos que la creatividad es algo que cae del cielo, como una inspiración divina y que hay gente que somos gurús y que tenemos ideas y para nada. Lo que realmente aprendes cuando estudias y trabajas es que la creatividad y las ideas salen a base de trabajo.

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La creatividad en cualquiera de sus formas es un oficio, un oficio como puede ser carpintero, y no hay nada de inspiración ni de nada, todo se basa en trabajo. Y es muy importante el trabajo en equipo.

 

P: Con 17 años llegaste a Madrid y realizaste tu primer proyecto como director creativo. ¿Qué recuerdos tienes de aquel primer trabajo que hiciste para Yelmo Cines?

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Tuve la suerte de que trabajé muy duro y al acabar la carrera entré en una bolsa de trabajo y me llamaron bastante rápido para diferentes entrevistas, y al final acabé en Yelmo Cines. Yo entré en yelmo cines con 21 años. Fue una etapa super bonita, porque el primer trabajo se recuerda con un cariño especial, sea buena, mejor o peor experiencia es algo que te llevas dentro. Yo venía con un ritmo de trabajo muy fuerte y entré a tope y aguanté super bien todo.

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Una cosa que descubrí en Yelmo es que se me daba muy bien trabajar bajo presión. Como estaba acostumbrado a echar horas y no me importaba porque soy un loco del trabajo porque me apasiona. Eso me hizo adaptarme bastante rápido. Pero te das cuenta también de que cuando entras a un primer trabajo te crees que lo sabes hacer todo y yo tuve la suerte de tener un compañero que llevaba más tiempo, y ese compañero me enseñó lo que es trabajar. Una cosa es lo que tu aprendes y la otra es cómo lo aplicas. A veces hay que ceder, porque no es lo que tu quieres sino lo que te están pidiendo, pero otras veces tienes que aprender a llegar a un punto medio y esa capacidad de saber convencer es la clave.

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Yo hacía todo lo posible por inventarme propuestas que creativamente a mi me encantase hacerlas. A mi la campaña me parecía a lo mejor que no tenía más pero entonces yo le añadía un valor añadido, porque es ahí donde entra el valor artístico de uno, y lo que intentaba era contar una historia.

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P: Has sido ganador de un premio 40 principales a mejor videoclip nacional y nominado en dos ocasiones a los Latin Grammy Music Awards. ¿Qué sensaciones tuviste? ¿Cuál de las tres fue más especial para ti?

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R: Igual lo que voy a responder no es lo que se espera que responda, pero la realidad es que a mi me dan igual los premios, no les doy ningún tipo de importancia. Soy una persona que intenta no darle demasiada importancia a los éxitos porque siento que de alguna manera me mantiene bastante en la tierra. Es bonito que te nominen a un premio, para mi lo que realmente significa una nominación es una valoración de que el trabajo que estás haciendo de alguna manera esta muy bien hecho porque estas compitiendo con gente muy grande.

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Yo prefiero mantenerme en la cresta de la ola donde seguir haciendo el trabajo al máximo nivel para que sea un trabajo bien hecho, a mi eso es lo que mas me importa.

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Yo creo que cada nominación ha tenido un momento especial a nivel de sensación. Yo creo que la primera fue muy impactante porque realmente no sabía lo que eran los Latin Grammy, sí sabía lo que era un Grammy, pero nunca me había parado a pensar que me habían nominado. Yo creo que siempre la gente de mi alrededor ha flipado mucho mas que yo con los premios y las nominaciones. Ahora me estoy dando cuenta de que igual se me ha ido un poco de las manos y que podría haberlo celebrado un poco más, pero me siento feliz así. Para mi ha sido mas bonito, en cada caso, los momentos de ir a la celebración y he tenido la suerte de compartirlo con los artistas.

 

P: ¿Dónde encuentras la inspiración para plasmar la historia que hay detrás de cada canción?

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R: Esta pregunta me gusta porque realmente es muy difícil de contestar. No hay ningún tipo de procedimiento, creo que hay una parte instintiva y para mí, mi instinto tiene mucho que ver con la sensibilidad. Yo me considero una persona muy sensible, cuando me llega una canción normalmente es muy importante la primera escucha. Yo preparo ese momento, necesito un rato donde nadie me molesta y cierro os ojos y disfruto de la canción. Lo que hago es apuntar la primera sensación que me produce la canción, siempre me vienen imágenes, me abro totalmente a nivel sensitivo con la canción y tomo apuntes, que pueden ser palabras. Escribo conceptos y por eso es tan importante la primera escucha.

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Si hago un balance de todos los videos que he hecho, para mí los mejores siempre han sido los que la primera sensación que he tenido se ha podido mantener como esencia hasta la grabación del vídeo. Hay algo que es muy difícil de describir, es intangible, una emoción es algo que, si estás viviendo, la estas viviendo por algo. Esto no quiere decir que en una escucha esa conexión de la que hablo sea la ideal del vídeo completa de principio a fin, es el concepto. Y a partir de ahí se empieza a trabajar esa idea, pero la semilla es la primera sensación que tienes cuando escuchas la canción.

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Es muy importante viajar, es lo que más me ayuda. Es importante leer, ver películas, de alguna manera nutrir la cabeza porque sino le das cosas a tu cerebro luego tampoco funciona. Es muy importante estar al día de todo para que lo que proyectes sean cosas que vayan a funcionar. Para poder contar cosas tienes que tener cosas que contar.

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P: ¿Hubo algún punto de inflexión en tu carrera como director?

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R: Yo cuando empecé a hacer vídeos trabajaba solo normalmente o con favores. Cuando yo empezaba iba yo solo con mi cámara. Y yo creo que el punto de inflexión en mi carrera es cuando empiezo a conseguir proyectos un poquito más grandes, con un poquito más de presupuesto y puedes subir un poquito más el nivel de los vídeos pues igual puedes coger a un director de fotografía, y en el momento que pude ampliar el equipo aprendí a delegar. Delegar es algo muy importante y difícil porque parte de la evolución personal de cada uno y de estar seguro con tu trabajo es saber delegar.

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P: ¿Es distinto plantear un videoclip según el género musical?

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R: Yo creo que no. Es distinto el enfoque que le das, la estética, pero el proceso de como afronto una canción urbana o una canción pop al final es el mismo, escuchar la canción, sacar ideas… No pueden plantear de la misma manera una canción urbana que una pop, la manera de comunicar es distinta. Pero más que el género tengo en cuenta al artista. Es tener en cuenta por encima del género dónde se encuentra el artista. Yo sí que soy muy sensible a la hora de saber con quien trabajo y me empapo de lo que ha hecho, lo que está haciendo y lo que le gustaría hacer.

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P: El último videoclip de Dvicio ha sido todo un éxito con más de 1 millón de visitas en un mes, pero ¿cómo fue grabar un videoclip sin poder salir de casa?

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R: Durante la cuarentena he tenido la oportunidad de hacer dos videoclips, uno ha sido el de Dvicio y otro ha sido el de David Bisbal con Aitana. Ha sido extraño porque al final hay una parte muy importante cuando uno graba que en mi caso es la dirección. Cualquiera puede grabarse en casa, pero hacer videoclips, en general dedicarse a lo audiovisual no tiene nada que ver con la calidad o con la técnica, tiene que ver con saber contar algo. Cuando uno quiere contar algo lo importante es tener claro de qué manera lo quieres contar.

 

En mi caso con Dvicio fue extraño porque tuvimos que hacer muchísimas llamadas de Facetime, hacen muchísimas coreografías, me grabé en casa bailando para que tuvieran algún tipo de guía. Es un proceso raro durante el rodaje no poder estar presente porque pierdes ese “feedback” que es automático, eso es dirigir, estar presente y tomar decisiones para obtener el mejor resultado. Es un proceso que se alarga más, porque si de repente hay algo que a mí no me cuadra hasta que no reviso todo el material no puedo decir nada. Al final es adaptarse a los tiempos que estamos viviendo y una experiencia nueva sin duda.

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P: En tu web hablas sobre que estas escribiendo un guion de lo que esperas que sea tu primera película, ¿es ahí donde se dirige tu carrera?

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R: El audiovisual es un universo que te permite ir evolucionando mucho dentro de el e ir cambiando de tipo de piezas, puedes viajar entre videoclip, el cine la publicidad, la animación… creo que durante una vida puedes tocar muchos palos si te gusta. Yo considero que mi evolución dentro de lo audiovisual ha sido muy poco a poco, muy solitario porque no he tenido a nadie que me haya apadrinado. Supongo que eso, mi camino, me ha hecho crecer pasito a pasito y ahora tengo muchas ideas.

 

Mi meta de fondo, a lo lejos, es el cine. Lo que pasa que es una meta que la tengo presente pero no tengo prisa por llegar. Espero llegar algún día, pero tengo claro que puede ser que llegue o que no, y pase lo que pase lo que quiero es disfrutar del camino. Que cada proyecto que yo me vaya encontrando intentar sacar lo mejor de mi para hacer el mejor proyecto posible y que ese proyecto me haga ser mejor. Si que estoy escribiendo un montón, la cuarentena me está sirviendo para sacar ideas y evolucionar cosas que tenia un poco en el cajón. Sé que el camino será largo y es mas importante disfrutar del camino.