Barbé: “Yo soy un 50% de lo que es el proyecto Barbé, si no estuviese toda la gente que hay detrás, yo no haría música”

Barbé es, a parte de rapero, un emprendedor polifacético nacido en la ciudad de Valencia. Tiene dos discos en su haber que reafirman, su corta pero intensa trayectoria, y uno de sus temas en YouTube ya supera las 100 mil visitas. Ha colaborado con artistas de la talla de Ambkor y está preparando “Incondicional”, el que será su tercer álbum.

 

Pregunta: Empezaste con 13 años a escribir tus primeras letras. ¿Cómo y por qué empezaste?

 

Respuesta: A mí de una manera u otra la música siempre me ha llamado la atención, sobre todo el rap. Siempre he estado muy ligado a él, aunque también es verdad que previamente a ello, escuchaba mucho a fondo flamenco y todo ese género.

 

Llegó un momento en el que yo conocí a una chica de Madrid, en el año 2014 más o menos, y por hacerle algo distinto le hice una canción y vi que me gustaba y que me llamaba la atención.

 

También me animé a un primer concierto. Yo creo que fue ese un poco el punto de inflexión en el que pensé que me llenaba más estar delante de gente, mirándole a los ojos, contándole las cosas por las que se puedan sentir identificadas con algo que he escrito yo en mi cuarto, que marcando un gol. Fue un poco fortuito realmente.

 

P: En 2015 sacaste "Eclipse", tu primer disco en el que destacas desnudando el alma como una canción que supone un punto de inflexión en tu carrera como artista. ¿Por qué crees que tuvo tanta repercusión este tema?

 

R: Realmente hasta el momento creo que no había escrito nada parecido a eso en cuanto a temáticas más difíciles, por lo menos para mí.  Estaba haciendo algo que realmente, hasta el momento no había hecho, con una voz femenina, que fue la de mi prima. Era un tema muy personal, muy familiar, intrínseco a mí. Hablaba mucho de mis principios, de mis valores, porque siempre me he considerado una persona de principios y valores.

 

Pero ahora lo veo y sí que creo que es un punto de vista inmaduro y lo rechazo totalmente. Creo que es parte del proceso evolutivo de un artista rechazar lo que anteriormente ha hecho y yo por lo menos lo hago.

 

P: ¿Cómo surgió ese primer concierto en el que viste que esto era lo que querías hacer? ¿Cómo te sentiste después de terminarlo?

 

R: A pesar de que no me gusta etiquetarme estoy en un proceso de cambio total. Siempre he sido una persona muy tímida, me ha costado mucho relacionarme, aunque es verdad que me he comunicado muy bien. Fue un poco el romper con un miedo. El hecho de subirte a un escenario con lo que eso supone a esa edad y decir: “Ahora soy yo el que te tiene que contar algo a ti”.

 

A mí me supuso un cambio total en mi forma de ser. Hice una separación entre lo que es el artista, que es el que se sube al escenario, y Adrián, que es la persona, pero sí que es verdad que parte de esa persona artística se fue con Adrián y perdí muchas vergüenzas, muchos temores. Escuché una frase sobre el miedo que dice que el miedo es eso que pasa cuando estas haciendo lo que realmente tienes que hacer. Esa fue la definición de cómo me sentí yo.

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P: Años después comenzaste a estudiar realización de eventos audiovisuales y espectáculos, ¿en qué te cambió a ti como artista?

 

R: Siempre he sido muy autodidacta, previamente hacía cosas de fotografía y de sonido, pero todo a un nivel muy bajo. Tenía la cosa de decir: “¿por qué no me meto en algo que tenga que ver con lo que realmente me gusta y que probablemente me pueda servir para mi música?”.

 

Fue todo un poco para completar mi formación autodidacta, y ese grado me abrió las puertas a unos niveles gigantes en cuanto a personas que me ayudaron en muchísimos proyectos. También descubrí que si a algo me quería dedicar en el día de mañana es al tema audiovisual, sobre todo al tema de la televisión, que me encanta.

 

P: Por lo que, ¿la idea en un principio era la de ser autosuficiente, como artista, y eso se ha ido desarrollando en un amor por el tema audiovisual que esperas que forme parte de tu futuro?

 

R: Exacto, fue a raíz de la música, me vino la música, luego tuve ciertas dudas, porque pensaba en ser profesor de educación física, periodista deportivo… Pero fue meter la cabeza y compaginarlo todo con mi música y ver que mucha de la gente que yo estaba conociendo, se unía a mis proyectos. Ver que de mi cabeza está saliendo una pequeña idea de lo que sea y que haya gente que esté apostando por mí sin conocerme, sin recibir dinero… fue lo que a mí más me llenó. Y sobre todo la cantidad de amigos que uno se lleva de lo audiovisual que, al fin y al cabo, es una familia.

 

P: Ya con conocimientos audiovisuales sacas "Catarsis", un disco en el que exploras tus habilidades en la pantalla, ¿cómo cambia esto tu trabajo?

 

R: De una manera u otra nunca he podido hacer lo mismo. No me llena hacer un proyecto y quedarme ahí, para mí siempre hay un punto más a mejorar y había muchos procesos que, en ese momento, todavía no había conocido y que aprendí de la planificación audiovisual.

 

Pensé que había muchas cosas que todavía no estaba haciendo bien y que podía mejorarlas, sobre todo para la gente que trabaja conmigo. A raíz de “Catarsis” dije: “quiero videoclips mejores, mejores colaboraciones, ver hasta dónde soy capaz de llegar en cuanto a música, en cuanto a métrica, “flows”, ritmos… y que gente se va a comprometer conmigo”. Supuso, sobre todo, un aumento de las ideas a desarrollar que eran mucho más difíciles.

 

También hemos viajado mucho en ese disco. La gira, que para mí, fue también bastante importante. En mi carrera musical “Catarsis” ha sido más el punto de inflexión total en todo lo que he hecho hasta el momento.

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P: Decidiste crear tu propia productora, Invierno Récords, ¿qué te motivó a hacerlo?

 

R: A mi hay muchas veces que las puertas me las han cerrado. Pensé que a mi no me habían ayudado de ninguna manera, que me lo había tenido que buscar yo todo y quería darles a las personas que conozco y a las que pienso que pueden tener un buen futuro musical las oportunidades que, por lo menos, a mi no me dieron.

 

Fue un poco decir “voy a montar un sello musical en el que nos juntemos más o menos unos artistas de la zona”. Y funcionamos como una cooperativa en aquel momento, cada uno pagaba una cuota mensual, y yo como ya me dedicaba al tema audiovisual, hacía videoclips, tenía el estudio de sonido, se lo hacía más barato…

 

Pero, eso ya se desmanteló, de una manera u otra lo refundamos con una productora que es “Antártida” ahora, simplemente la que da el nombre a mis proyectos. De todas formas, guardamos mucha relación con todos los que estábamos allí y seguimos teniendo mucha amistad entre nosotros, seguimos viéndonos y seguimos apoyándonos en esto de la música.

 

P: Comenzaste a crear eventos, Invierno Family Fest, con la intención de ayudar a otros artistas a darse a conocer, ¿por qué dejaste de hacerlo? ¿de dónde sacaste la idea?

 

R: Fue fruto de las redes sociales y de la cantidad de conciertos a los que yo previamente había ido. Sobre todo, lo que hemos intentado siempre, tanto mi socio como yo, era hacer las cosas lo más serias posibles, intentar que la gente que lo vea tenga una buena imagen de nosotros.

 

De hecho, recuerdo que el que ahora es mi DJ también estaba metido en el proyecto y él “flipó” cuando le enseñamos las documentaciones, los contratos para ver cómo íbamos a funcionar… porque hasta ese momento en Valencia no había nada parecido de ese estilo en el que nos juntábamos 15 o 20 raperos para hacer un mismo proyecto en común, bajo el mismo nombre y todos beneficiarnos unos de otros. Lo que pasa es que es muy difícil de llevar, y más cuando no hay beneficio económico, que no era lo que buscábamos, pero por lo menos un mínimo.

 

P: Durante estos años metido en esto, ¿cómo ha evolucionado tu música y tu papel como artista?

 

R: Siempre intento hacer las cosas de la manera más profesional y hacerlo lo mejor posible, y si no, por lo menos intentarlo. Creo que eso es lo que a la gente también le ha calado de mi, el hecho de que piensen que por lo menos lo estoy intentando.

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Me acuerdo ahora de una frase de Puyol que decía: “dónde no llega mi talento, llegan mis huevos”, es así. Donde no llegue mi talento va a llegar mi trabajo.

 

Ha sido muy ambiciosa. Un buen ejemplo es mi colaboración con Ambkor. Ambkor es un tío que lleva diez años en la música, incluso más, que yo pudiera hacer una colaboración con él en ese momento, con 3 o 4 años de trayectoria dice mucho de lo que estoy haciendo bien.

 

Yo soy un 50% de lo que es el proyecto Barbé, si no estuviese toda la gente que hay detrás, yo no haría música.  Y sé que es una bomba de relojería, en cualquier momento, uno, dos, tres años… aunque sí que es verdad que con el proyecto que estamos haciendo tenemos intención de que sea un paso mucho más mayor incluso. Es cuestión de paciencia.

 

P: Has colaborado con grandes artistas como Ambkor, quien era un referente para ti desde la infancia, ¿qué supuso esto para ti? ¿qué aprendiste de ellos?

 

R: Me he quedado con el hecho de decir: “todo es posible. Si te lo curras, todo es posible”. Yo, a Ambkor lo sigo desde el principio, lo conozco desde que tenía dos mil seguidores en Instagram, que de hecho me siguió de vuelta. Desde ese momento mantuvimos un poco de relación. Fue la primera vez que vino a Valencia, en 2016, cuando hizo el “lobo negro1”, que me acerqué a verlo. En la cola de ese concierto nos conocimos en persona, y al año siguiente estaba abriendo el show de Ambkor en Valencia con “lobo negro2”, y al siguiente estaba colaborando con él.

 

Para mi siempre ha sido cuestión de trabajo, me supuso un grado de motivación bastante importante. También el de pensar que son personas normales al fin y al cabo. Personas que se lo están currando y a las que también les llega la música que haces y el trabajo que estás haciendo tú y lo valoran. Colaborar con una persona que ha sido tu referente, a la que con 14 años yo escuchaba, para mi es lo más bonito que hay.

 

P: ¿Qué significado le das a tu música?

 

R: No quiero transmitir películas, cuento lo que hay, lo que vivo, lo que sé y lo que veo, no de mí muchas veces, sino desde mí. Creo que Barbé como artista, distanciándolo de lo que es Adrián, es un tío que cuenta lo que vive. Nunca he contado una mentira, nunca he contado algo que no haya vivido, nunca he contado algo con lo que no esté de acuerdo y no tengo ningún tipo de filtro. Me encanta la política, pero en mis temas no suelo tocarlo mucho. En este disco sí que va a haber alguna cosa de estas.

 

Creo que es pureza, ilusión y el ímpetu que es lo que siempre me ha movido. La pasión que hay entre Adrián y Barbé es la catarsis, la sinergia que hay entre los dos, creo que es lo que mueve al artista, lo que mueve a sus letras, lo que mueve a la persona y lo que a mí más me llena. Sí que me gusta establecer una diferencia, creo que el problema está cuando el ego se come al artista, por eso hay que saber distanciarlo.

 

P: Has sacado una mixtape llamada "Porcelana" y estás trabajando en tu tercer disco, ¿puedes darnos un adelanto sobre éste? ¿sigue la línea del resto de tu trabajo o vamos a ver un cambio en tu música?

 

R: El disco se llama “Incondicional” y hace referencia a la gente que ha estado conmigo de una manera u otra. Es un cambio a muchísimos niveles, sobre todo a nivel musical, va a haber rap, canciones sin estribillo de 4 minutos metiéndote con todo el mundo, canciones con un estilo más bailable, algo de flamenco… un poco de todo.

 

A nivel audiovisual va a ser un paso bastante adelante porque tenemos una idea que estamos en proceso de desarrollar. Llevamos desde que empezó la cuarentena trabajando en ella y es bastante complicada, pero es una idea audiovisual que en España se ha visto pocas veces. Habrá un hilo conductor, habrá actores, actrices… es un poco locura de proyecto. También trae muchas colaboraciones, creo que son 9 si no me equivoco.

 

Todavía no tengo clara la fecha. Son procesos que se van a ir alargando y no tengo ni idea ni de cuándo empezaré. A lo mejor, el primer videoclip, puede salir sobre el año que viene. Voy a estar un poco ausente e intentaré mantenerlo con canciones que tengo guardadas, pero va a valer la pena.

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P: ¿Cómo ves tu futuro a largo plazo en la música?

 

R: Me gustaría comer de lo que me apasiona, como dice Lytos en el último tema que sacó, pero no tengo ni idea. Sí que me gustaría vivir de esto, es mi sueño. Pero creo que las personas que se centran tanto en el sueño, en el objetivo, al final se acaban desvinculando un poco del proceso, del camino, y para mi es lo bonito.

 

Lo que estoy viviendo, el ir a cantar a una ciudad, el ir a hacer una colaboración con algún artista, viajar, conocer gente… es lo que más me mueve. Principalmente lo hago por eso, porque la música, el proceso de grabar una canción me da igual. Es una cosa que acabas odiando, escuchas la canción veinte veces, la cantas otras veinte durante todo el año en los conciertos y al final esa canción la tienes quemada, por eso a veces ese proceso de rechazo.

 

Es lo que hay que hacer y estoy cumpliendo para que el día de mañana esté la recompensa, que yo creo que nunca llega. Creo que es una montaña que tienes que ir escalando y yo nunca le veo el fin, eso también es lo bonito. Pero ojalá sea viviendo de la música.